El último reporte oficial dado por el Ministerio del Interior de Marruecos, sobre el terremoto que sacudió a Marrakech, el pasado viernes en la noche, indica que la cifra de víctimas mortales se elevó a casi 2.500, mientras que los heridos ascienden a 2.476, reportó Reuters.
El devastador terremoto de magnitud 6.8 que sacudió la región meridional de Marrakech, y cuyo epicentro se estableció en la localidad de Ighil a 63 kilómetros al suroeste de la capital turística de Marruecos, afecto principalmente a las aldeas de Al Hauz y Tarudant.
De hecho, de la cifra total de fallecidos, 1.400 son ciudadanos de Al Hauz, mientras que otras 760 eran habitantes de Tarudan, según informó El País.
Informa El Nuevo Siglo, que según un equipo de AFP, también el pueblo de Tafeghaghte, situado a unos 60 kilómetros al suroeste de Marrakech, quedo prácticamente destruido en su totalidad.
Pocos edificios siguen en pie en esta localidad que se encuentra a apenas 50 kilómetros del epicentro del sismo. El ejército continuaba allí buscando a supervivientes entre los escombros.
“Tres de mis nietos (de 12, 8 y 4 años) y su madre murieron. Están todos debajo de las ruinas”, dijo Omar Benhanna, de 72 años, un habitante de Tafeghaghte, en declaraciones citadas por Al Jazeera.
Se teme que con el paso de las horas, y de acuerdo al acceso a lugares lejanos e incomunicados se encuentren más cadáveres y se reporte de más heridos, pues pasados dos días el derrumbe de carreteras no ha permitido que la ayuda y socorristas lleguen hasta poblaciones de las altas montañas cuyos habitantes se encuentran a su suerte en el momento, informó El Mundo.
En la medida de lo posible las autoridades marroquíes, intentan enfrentar la gran emergencia, pero es de anotar que debido a conflictos políticos y sociales solo ha aceptado la ayuda humanitaria de países como España, Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Otros países han ofrecido su ayuda al país pero la capital de Rabat se ha negado a recibirla.
Equipos de rescate ayudan en labores de búsqueda
Funcionarios de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) que llegaron a Marruecos el sábado trabajan incansablemente por encontrar supervivientes del desastre natural, en zonas muy remotas del país, hasta donde ha sido muy difícil llegar con ayuda.
Antonio Nogales, presidente de Busf, declaró a noticias EFE, que las primeras labores de ayuda se centraron en “una zona muy remota a la que aún no había llegado ningún grupo de rescate, ni siquiera la policía”, según Telecinco.
Utilizando varios efectivos y caninos rastreadores, Nogales indicó que buscaron sobrevivientes entre los escombros de la ciudad de Imi N’Tala.
Según indicó, las labores de búsqueda fueron muy duras y exigentes en vista de que toda la población estaba totalmente destruida al tener construcciones de viviendas hechas en adobe y de calidad constructiva deficiente. Dice Nogales que no pudieron localizar a nadie con vida.
Marrakech histórica y declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, finalmente ha puesto su bandera a media asta para guardar el duelo de tres días por todos sus ciudadanos fallecidos en esta terrible tragedia, reportó Cadena SER.
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