El tema del segundo cheque de alivios por parte del gobierno federal parece haberse vuelto uno de los principales anhelos de la mayoría de los estadounidenses que han sufrido de manera feroz los estragos de la pandemia del COVID-19.
Y aunque hasta ahora el Senado no ha revelado la iniciativa específica que será llevada al piso de la cámara alta en unos días cuando regresen del receso de verano,la esperanza de que haya un nuevo cheque y que sea jugoso, dominan el pensar y sentir de los estadounidenses.
Los mensajes incluso contradictorios, en los que el propio presidente Trump afirma que el nuevo alivio será muy generoso, el presidente del Senado, Mitch McConell insinúa que será para quienes ganen menos de $40,000 y el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow revela que será menor de $1,200 y que dejará a millones fuera del pastel, pudieran ser solamente el preámbulo de la aprobación de un estimulo grande.
Así lo dejan ver varios analistas, como el asesor de asuntos económicos de la revista FORBES, Jeff Rose, quien aseguró que “el Congreso no tiene más remedio que aprobar un segundo proyecto de ley de estímulos, y que hay pistas de sobra para pensar que será una buena cantidad.
Rose aseguró que con el COVID-19 disparado a nivel nacional, que ha llegado a tener hasta 61,000 nuevos contagios el pasado 8 de julio, con las cifras de desempleo por las nubes, que reportó 1,31 millones de nuevas solicitudes el jueves pasado y sin duda alguna, por el hecho de que Trump se está jugando la reelección y que los republicanos lucharán tambien por sus cargos en noviembre, las fanfarrias sonarán con la aprobación de un segundo cheque.
Además, probablemente se incluya una extensión del alivio de desempleo que vence el 31 de julio y con el que actualmente cada semana quienes reciben el “unemployment” perderían los $600 extra que les han dado un respiro.
“La combinación de los dos también puede ser la inyección perfecta de cierto nivel de optimismo en la temporada electoral. El segundo paquete de estímulo puede estar a punto de recibir un gran impulso de la Casa Blanca de Trump. El presidente ha manifestado su apoyo a otra ronda”, agregó Rose. “Es probable que la presión combinada de los demócratas, la Casa Blanca y el estado de la economía y la pandemia del coronavirus provoque que un número suficiente de republicanos en el Senado cambie de marcha y apoye una segunda ley de estímulo. Es muy probable que supere con creces la contrapropuesta de $1 trillón de dólares que sugirieron hasta la fecha”.
Zach Friedman, escritor de FORBES, tambien coincide con esas posturas y advierte que pudiera ser de más del valor del anterior de $1,200, que pudieran ser vistas por el electorado como una buena acción de Trump, algo que la actual administración federal necesita en las urnas para continuar en el poder.
“Si Trump se sale con la suya en el Congreso, entonces su visión para un segundo cheque de estímulo implica un segundo cheque de estímulo mayor de $1,200 para cada persona”, dijo Friedman. “Hasta la fecha, es poco probable que los republicanos del Senado, incluido el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-KY), apoyen una segunda verificación de estímulo. Sin embargo, esto podría cambiar, debido a la presión de la Casa Blanca, el empeoramiento de las cifras de empleo y los casos potencialmente más positivos debido a la pandemia de Covid-19″.
Faltando tan poco para que se lleven a cabo las elecciones generales de noviembre, la verdad es que aprobar o no aprobar un segundo cheque de estimulos será un asunto que los electores le cobren a los republicanos y al presidente Trump, algo que según expertos los políticos tienen claro, hecho que da más esperanzas a la idea de un segundo cheque superior a $1,200.