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Estados Unidos vuelve a ser foco de noticias por cuestiones vinculadas al racismo y la violencia policial contra la comunidad negra. Esta vez, el escenario es la ciudad del condado de Kenosha, en Wisconsin.
Allí, cientos de manifestantes protestan en las calles por la agresión a Jacob Blake, quien sufrió siete disparos en su espalda por parte de un agente de policía. Este jueves, el fiscal general de Wisconsin, Josh Kaul, dio a conocer la identidad del efectivo que atacó al hombre.
Se trata de Rusten Sheskey, quien lleva siete años en el Departamento de Kenosha. “Ningún otro oficial disparó su arma”, aseguraron los investigadores. Aunque está probado que Sheskey disparó a Blake a quemarropa, aún no se levantaron cargos en su contra. La Justicia continúa investigando en qué contexto se habría producido el ataque.
Una versión indica que el agente se estaba defendiendo ante un presunto ataque del hombre que ahora está gravemente internado. Testigos del hecho declararon que Blake portaba un cuchillo. El propio Blake habría reconocido que esa arma, encontrada junto a su auto, le pertenecía.
Getty ImagesLa Policía de Wisconsin dio a conocer el nombre del agente que disparó a Jacob Blake. Se trata de Rusten Sheskey.
“Los agentes recuperaron un cuchillo en el piso del lado del conductor del vehículo de Blake. Al registrar el vehículo no se encontraron otras armas”, agregó el Departamento de Justicia.
Los abogados de Blake informaron que el hombre se encuentra consciente aunque sería “un milagro” que vuelva a caminar. Aparentemente, los disparos lesionaron gravemente su columna vertebral.
El episodio derivó en tres noches de protestas y disturbios en las calles de Kenosha, ciudad que queda a mitad de camino entre Milwaukee y Chicago. El martes, un hombre asesinó a dos manifestantes con un rifle de asalto.
Un día después, las autoridades de Kenosha emitieron una orden de arresto contra el principal sospechoso. Se trata de un adolescente de 17 años, quien afronta cargos por “homicidio intencional en primer grado”.
#27Ago 🇺🇸 El gobernador de Minnesota declaró el estado de emergencia en la ciudad de Minneapolis después de que estallaran violentas protestas la noche del miércoles, en rechazo al ataque que sufriera Jacob Blake, un ciudadano afroamericano baleado por funcionarios policiales.
“El sospechoso, un residente de Antioch de 17 años, se encuentra actualmente bajo la custodia del sistema judicial del condado de Lake en espera de una audiencia de extradición para transferir la custodia de Illinois a Wisconsin”, comunicó la policía de Antioch en un comunicado.
El presidente Donald Trump sigue el caso de cerca y ya tomó medidas drásticas. Aprobó el envío de 250 agentes de la Guardia Nacional para poner freno a los destrozos y saqueos.
“No toleraremos saqueos, incendios provocados, violencia y anarquía en las calles estadounidenses”, escribió el líder del Partido Republicano en su cuenta de Twitter.
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