Un poco más de un año después de que las autoridades encontraran el cuerpo sin vida de Román López, un niño de 11 años de Placerville, CA, en el sótano de su casa, la Policía de Placerville anunció el jueves los arrestos de su padre, Jordan Piper, y madrastra, Lindsay Piper en relación a su asesinato. Los guardianes del niño enfrentan cargos que incluyen abuso infantil, envenenamiento y tortura, dijo el Departamento de Policía de Placerville a través de una publicación en Facebook.
El 11 de enero de 2020, Román López fue reportado desaparecido de su residencia en el 2892 Coloma Street, en Placerville. Después de una segunda búsqueda más extensa de la casa, los investigadores de la policía local localizaron el cuerpo sin vida de Román dentro de un contenedor de almacenamiento en el sótano.
Román había sido visto por ultima vez en su casa ese sábado por la mañana antes de que fuera reportado desaparecido.
La familia llevaba un poco más de dos meses viviendo en la casa al momento de la desaparición. El niño vivía en la casa con su padre biológico Jordan Piper, su madrastra Lindsay Piper y otros siete hijos, entre 1 y 17 años de edad, informó la policía, quienes al hallar el cuerpo catalogaron la muerte como “sospechosa”.
“En este momento, estamos llevando a cabo una investigación sobre su muerte sospechosa”, dijo el sargento del Departamento de Policía de Placerville, John Meuser, durante una conferencia de prensa.
Las autoridades también señalaron que a simple vista, la autopsia, no reveló indicios de trauma pero si se descubrió que Román estaba “gravemente desnutrido y deshidratado en el momento de su muerte”.
Lindsay Piper, informó The U.S. Sun, está acusada de envenenar el agua potable de Roman, según una orden de arresto.
Según el medio, Jordan Piper se había quejado el año pasado de que los agentes no respondieron a su llamada para buscar a su hijo hasta dos horas después.
Tras divulgarse la noticia, amistades y varios miembros de la comunidad se ofrecieron para ayudar con la búsqueda del niño. Brian Hinton, amigo del padre, Jordan Piper, estaba entre los voluntarios. En ese momento dijo al canal de televisión, KCRA3, “Pasamos de tener un día normal en el trabajo a volver a casa para ver el juego”, dice. “Y de repente estoy revisando contenedores de basura, cobertizos y garajes y caminando por el bosque con una linterna en busca de un niño de 11 años desaparecido, asustado de lo que pueda encontrar”.
Román López había ido a vivir con su padre mientras su mamá se recuperaba
En una entrevista con KCRA3 en enero de 2020, la madre biológica de Román, Shelly López, dijo que habían pasado dos o tres años desde la última vez que vio a su hijo después de que se mudara con su padre a Michigan y luego a Pensilvania. “Román era un niño muy inteligente y bromista”, dijo entre lagrimas.
Según el informe, López dijo que Román nació en Wisconsin y vivió principalmente con su padre mientras ella se recuperaba de lesiones que sufrió mientras prestaba servicio en Irak con el Ejército de Estados Unidos.
“El anuncio de los arrestos de Jordan y Lindsey Piper ha traído sentimientos de alivio inconmensurable a la familia de Roman”, se lee en el comunicado de la Policía de Placerville. “Sin embargo, todavía llevan la tristeza de perder a Roman, ahora en profundidades medidas”.