Las declaraciones ofensivas hechas por el presidente Donald Trump en la pasada contienda electoral por la presidencia en el 2015, y que han salido a la luz pública a través del libro “Disloyal: A Memoir” (Desleal: unas memorias), de su antiguo ex abogado Michael Cohan, publicado el ocho de septiembre, y en las que en ese entonces el candidato republicano se refiriera a los hispanos y afroamericanos como “demasiado estúpidos”, han generado en su rival demócrata, Joe Biden la oportunidad perfecta para conquistar el voto de la comunidad hispana, concentrado mayoritariamente en el estado de la Florida.
El pasado 10 de septiembre, la compañera de fórmula presidencial de Joe Biden, Kamala Harris junto a su esposo participó por primera vez de una caravana política por el estado de la Florida pasando por las zonas de mayor concentración de colombianos y haciendo una pequeña parada en el Doral, zona habitada en su mayoría por venezolanos, para después continuar rápidamente hacia Hialeah. Aunque se esperaba Harris hiciera un gran esfuerzo por conquistar el voto latino, la aspirante a la vicepresidencia prefirió enfocarse a la comunidad afroamericana, quienes la esperaban en la Universidad de Miami Gardens, donde daría un discurso. Esta acción fue algo criticada, ya que desaprovechó la oportunidad de cautivar los votos hispanos.
Para Bernie Sanders, senador demócrata, la campaña de Joe Biden se está quedando corta en el acercamiento con los votantes hispanos, no está promoviendo ampliamente sus políticas y podría correr el riesgo de perder el voto latino en las próximas elecciones del tres de noviembre. Sanders mediante la cadena MSNBC lanzó un mensaje de alerta diciendo “creo que Biden está en una excelente posición para ganar estas elecciones, pero pienso que tenemos que hacer más en la campaña que solo atacar a Trump”, según el reporte de AP. Agregó además que “también tenemos que darle a la gente una razón para votar por Joe Biden. Y Joe tiene algunas posturas muy sólidas con respecto a la economía, y pienso que deberíamos estar hablando más de eso de lo que hemos hecho”.
De esta manera el Senador Sanders, instó a Biden a hablar más de su política económica, un tema de interés general, que entre sus propuestas considera aumentar el salario mínimo a 15 dólares la hora, ampliación de la cobertura de los seguros de gastos médicos y la disminución de los costos de fármacos que requieren receta. Estos temas para Sanders son políticas de “solución negociada”, pero también, “políticas muy sólidas y progresistas”. El senador demócrata afirmó que “debemos acercarnos a la comunidad latina”, comentó.
Dentro de la comunidad latina hay muchos jóvenes, afrodescendientes y latinos que no darán su voto por el actual presidente Donald Trump y es probable que se abstengan de participar en las elecciones de noviembre. Por ello, Biden no debe de desaprovechar la oportunidad de aventajar a su contrincante en la contienda electoral en un estado que, en los pasados comicios, le dio la victoria al partido republicano.
Sin embargo, el aspirante demócrata a la Casa Blanca, en busca del voto latino, ha enfocado sus propuestas hacia el tema de los inmigrantes, y en una entrevista otorgada a la Asociación Nacional de Periodismo Afroamericano e Hispano, anunció que si en noviembre era elegido el nuevo presidente de los Estados Unidos detendría la construcción del muro entre México y EE. UU, y además regularía la situación legal de casi 11 millones de indocumentados. Además, prometió demandar una ley de Reforma Migratoria ante el Congreso, para mantener a las familias unidas en el país y brindar una facilidad de ayudas, aunque se refirió como una política que “costará mucho dinero, pero será más económico que construir un muro”.
De igual manera, se refirió a sus reiteradas exaltaciones a la resiliencia del pueblo latino, que, pese a toda la crisis generada por la pandemia del coronavirus, no ha dejado de trabajar, proporcionando un gran aporte a la construcción de país, y exhorto a proclamar a Estados Unidos como una nación de inmigrantes en lugar de construir muros.
La verdad es que la carrera por ser el máximo jefe de la Casa Blanca, va cabeza a cabeza y las últimas encuestas han demostrado una pequeña delantera de Joe Biden sobre Donald Trump en la intención de voto, pero ganar en el Estado de la Florida no es seguro, pues el demócrata necesita más poder de atracción sobre los electores hispanos, sobre todo cuando la población cubana y venezolana de 650 mil y 50 mil respectivamente, muestra gran afinidad y seducción con la retórica del actual mandatario Donald Trump y su “mano dura” hacia los gobiernos dictatoriales que dirigen sus países.