Este jueves 30 de noviembre de 2023, ante la insistencia de un hombre de haber asesinado a dos sujetos en defensa propia en el año 2001, el estado de Oklahoma le aplicó la pena de muerte, de acuerdo con The Frontier.
Según The Guardian, Phillip Dean Hancock, de 59 años de edad, recibió una inyección letal de tres fármacos en la penitenciaría del estado de Oklahoma y fue declarado muerto a las 11:29 horas.
Su ejecución se llevó a cabo una vez que el gobernador republicano, Kevin Stitt, se negó a conmutar su sentencia, a pesar de una recomendación de clemencia de la junta de indultos y libertad condicional del estado.
Informa el diario El Comercio, que Hancock fue condenado a muerte por asesinar en 2001 en Oklahoma City a Robert Jett Jr., de 37 años, y James Lynch, de 58, unos crímenes que siempre alegó que fueron en defensa propia. Jett y Lynch eran miembros de una banda de motoristas dedicada a negocios ilegales y habían citado a Hancock en el domicilio de Jett Jr. Ahí, según un testigo, intentaron meter a Hancock en una jaula y le atacaron, pero durante el forcejeo logró arrebatarles un arma y les disparó a los dos.
Aunque Hancock dijo que este fue un acto en defensa propia, los fiscales argumentaron que persiguió a Jett, que estaba herido, hasta el patio trasero de la casa y lo remató. De hecho, un testigo del juicio, según USA Today, Jett dijo “Voy a morir”, a lo que respondió Hancock, “si, vas a morir”
Debido a esto, el Fiscal General Adjunto Joshua Lockett dijo que “perseguir a alguien, decirle que está a punto de matarlo y luego hacerlo no es defensa propia”.
Un jurado del condado de Oklahoma rechazó el reclamo de defensa propia en el año 2004, lo declaró culpable de asesinato en primer grado y eligió la muerte como castigo. Posteriormente, el juez de primera instancia escribió en un informe que Hancock atacó a ambas víctimas sin provocación y en ningún momento expresó ningún remordimiento.
Hancock fue condenado previamente por homicidio en primer grado en un tiroteo fatal en 1982 que también dijo que fue en defensa propia.
Pidieron clemencia por Phillip Hancock
La Junta de Indultos de Oklahoma había recomendado a principios de mes por tres votos a dos, que Hancock no fuera ejecutado y que su pena de muerte fuera conmutada por una cadena perpetua.
“Estaba absolutamente aterrorizado por mi vida. Nunca me he sentido tan solo”, dijo Hancock a la junta en la audiencia de libertad condicional, y agregó que “no tenía otra opción” que defenderse, según imágenes de la audiencia proporcionadas por los abogados de Hancock. “Estaba en una situación de vida o muerte que no provoqué de ninguna manera”, según reportó CNN.
“Lamento absolutamente con todo mi corazón que esos hombres murieran como resultado de la situación de pesadilla que ellos mismos crearon”, dijo. “Hice lo que tenía que hacer para salvar mi vida”.
En ese momento el gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, no se manifestó al respecto, y en cambio sí espero hasta este jueves para dar respuesta a la petición, una respuesta tardía que lamento el Reverendo Don Heath, presidente de la Coalición de Oklahoma para Abolir la Pena de Muerte, quien dijo que Hancock experimento un estado de ansiedad mientras el indulto pendía de un hilo.
Por su parte, El Diario NY, informó que mientras estaba atado en la camilla de ejecución, Hancock dirigió críticas a la oficina del Fiscal General Gentner Drummond, calificándolos de “viles” y “sin honor “. Las últimas palabras de Hancock incluyeron un reclamo reiterado de defensa propia y expresaron su esperanza de ser exonerado póstumamente.
La ejecución de Hancock es la cuarta de este año que se realiza en Oklahoma y la número 24 de todo el país, la cifra más alta desde el 2018, cuando se aplicó pena de muerte a 25 condenados. Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo en 1976 la pena de muerte, han sido ejecutadas en Estados Unidos 1.582 personas, 123 de ellas en Texas.
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