Gregory Kelemen, un hombre de 57 años, residente de Voorhees Township, en Nueva Jersey, mató a su hija de 22 años luego de golpearla repetidamente con un bate de beisbol. El sujeto también golpeó con el bate a su esposa mientras ella dormía, pero logró escapar y llamar al 911 para pedir ayuda, según reportó Fox Philadelphia.
De acuerdo a documentos de la corte citados por la cadena de televisión Fox, luego de los ataques Kelemen huyó del lugar. La policía comenzó una intensa búsqueda que se extendió hasta el martes por la mañana cuando encontraron su cuerpo sin vida en una zona boscosa cercana a un conjunto de edificios, aproximadamente a una milla de su hogar. Aparentemente Kelemen se suicidó con un arma de fuego, reveló el reporte de Fox.
Una familia unida
Los vecinos de la familia expresaron su consternación por una situación que, afirman, no vieron venir. “Nunca hubiera esperado que algo así ocurriese. Se veían como una familia unida. Siempre salían a caminar juntos. Los vi el sábado limpiando las hojas”, señaló un vecino identificado como Nick Bennet en declaraciones dadas a Fox.
“Era una buena niña. sé que era muy inteligente, estaba comenzando su vida. Ella siempre estaba con su padre, él la llevaba a la escuela. Es muy triste”, señaló Chrissy Radovich, otra vecina que también habló con Fox, refiriéndose a Katherine.
Sheri Kelemen, esposa de Kelemen y madre de Katherine reveló que se despertó cuando su esposo comenzó a golpearla con el bate, a la vez que le gritaba “No puedo soportarlo más”. La mujer pudo escapar y llamar al 911 poco antes de las 7 de la mañana, pidiendo ayuda porque ella y su hija habían sido golpeadas por su esposo, según documentos de la Corte.
La mujer señaló que al llegar a la habitación de su hija la encontró inconsciente y muy mal herida. Katherine fue trasladada al Jefferson University Hospital, donde fue declarada muerta. La muchacha había celebrado recientemente su cumpleaños y este año se graduaría.
Según la policía, luego de los brutales ataques del lunes, el sujeto contactó a su empleador a eso de las 10 de la mañana para informarle que llegaría más tarde debido a una emergencia familiar, pero nunca se presentó a trabajar. Posteriormente no se supo más de su paradero hasta que apareció su cuerpo sin vida con una herida de bala aparentemente autoinflingida.
La madre, Sheri Kelemen, única sobreviviente de la tragedia, se encuentra hospitalizada en condición crítica, pero estable, reveló Fox News.