Han pasado ya más de dos años desde que comenzó la pandemia del COVID-19, que hasta el momento ha causado la muerte de más de 6 millones 200 mil personas en todo el mundo y ha dejado 502 millones de contagios, y aunque reportados, el mundo pareciera estar regresando a la nueva normalidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo una seria advertencia.
El organismo internacional aseguró que mientras la humanidad quiere que la pandemia del COVID ya quede en el pasado y se declare fin al COVID, los datos revelan que este no es el momento para dar esa noticia, y por el contrario, urge a que no se baje la guardia.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, contrario a la relajación que muchos países como Estados Unidos ha hehco de las normas básicas de protección como el uso de tapabocas, aclaró que la pandemia del COVID todavía no ha terminado.
“La mejor manera de protegerse es vacunarse y ponerse el refuerzo cuando se recomienda. Continúen usando máscaras, especialmente en espacios interiores llenos de gente. Y para el interior, mantenga el aire fresco abriendo ventanas y puertas, e invierta en una buena ventilación. El #COVID19 aún no ha terminado”, dijo el funcionario de Salud.
Asimismo, de acuerdo a France24, la entidad mundial aseguró que la propagación de casos de Covid-19 sigue estando en un nivel alto, por lo que todavía debe considerarse como una pandemia y una emergencia sanitaria mundial, a pesar de que hay más personas vacunadas.
De acuerdo al citado medio, la directora técnica para la enfermedad, Maria Van Kherkove, mencionó que las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5 aunque están siendo analizadas, no representan un cambio significativo en la gravedad del mal.
Ana María Henao-Restrepo, especialista en investigación y desarrollo de la Organización Mundial de la Salud, agregó que “una ambición de muchos científicos es lograr una vacuna universal que pueda ayudar a proteger a la población de una amplia gama de coronavirus”.
La experta pidió a los gobiernos aumentar la cobertura de vacunación en países con amplio número de habitantes con poco acceso a las inyecciones.
“Las poblaciones mayores son las de más difícil acceso porque no están en los programas de inmunización rutinaria y pueden tener problemas de movilidad, así que tenemos que ver dónde podemos ayudarlos”, agregó la funcionaria.
Ciudades como Filadelfia recientemente anunciaron el regreso a uso de máscaras en espacios interiores.