Un pequeño país en medio del Pacífico, la isla de Nauru, se ha convertido en el primer estado del mundo en tener a toda la población con al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Las 7.392 personas que viven en Nauru ya han recibido su primera dosis de la vacuna de Astrazeneca, según informa El Heraldo de México. De hecho, el porcentaje de personas como mínimo parcialmente inmunizadas (se requieren dos dosis de la vacuna de Astrazeneca) es del 108%. Este 8% extra han sido vacunas a algunos turistas que han visitado el país durante estos días. Además, el “timing” también ha sido de récord: han tardado sólo un mes en administrarlas todas.
El gobierno advierte que la pandemia no ha terminado
Nauru ha podido recibir esta protección contra el coronavirus gracias al programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud, que tiene como objetivo un reparto más equitativo de las vacunas entre todos los estados del mundo.
Curiosamente, como explica RPP Noticias, Nauru ya era uno de los pocos países del mundo sin ningún caso registrado de coronavirus a lo largo de toda la pandemia. Su difícil acceso y su remota localización explican esta poca incidencia.
El gobierno del país, en un comunicado, agradecía a todos los habitantes de Nauru su colaboración para conseguir esta hazaña: “El equipo encargado para la lucha contra el coronavirus se congratula por este récord mundial y agradece a todos los habitantes que hayan contribuido a que Nauru siga siendo un lugar libre de COVID-19”.
Kieren Keke, político y uno de los pocos médicos de la isla, en palabras que reporta RPP Noticias, advertía que pese al gran éxito de vacunación, el país no puede bajar la guardia y que seguirán alerta: “A la llegada de cualquier viajero, existe el riesgo de que el coronavirus se introduzca en Nauru, y los recientes acontecimientos en Papúa Nueva Guinea, Fiyi e India demostraron la rapidez con que la situación puede evolucionar.”
Nauru llegó a ser el país más rico del mundo y actualmente presenta una de las tasas más elevadas de obesidad
Pese a que ahora la situación económica del país es preocupante, a principios de siglo XX corrían tiempos mejores para esta pequeña isla del Pacífico.
Según explica Coleccionistas de Islas, Nauru era un territorio muy rico en fosfato, elemento muy importante para los fertilizantes, que se extendieron en Europa durante el periodo de entreguerras.
Pese que al principio casi no recibían beneficio por la extracción del fosfato, en los años 70, coincidiendo con la independencia de la isla, pudieron negociar un beneficio mayor. En consecuencia, Nauru llegó a ser el país con la renta per cápita más alta de todo el mundo.
Sin embargo, esos buenos tiempos terminaron y el país vive sumido en una gran crisis económica, con muy poco comercio local, que depende en su mayor parte de las importaciones de Australia. Los alimentos baratos, enlatados, llenos de ultraprocesados se han convertido en la primera opción del país, según explica Malnutridos.
En consecuencia, un 90% de sus habitantes tienen sobrepeso y un 60% sufren obesidad, lo que le ha valido el sobrenombre de “la isla de los obesos”. Al ser la obesidad uno de los factores de riesgo de mortalidad, tener al 100% de la población vacunada resulta un alivio.