En un hecho que ha causado mucha conmoción en la ciudad de Nueva York, la policía reportó que un hombre joven mató a su propia madre, tras propinarle un disparo en la cabeza. La mujer era originaria de Gambia y era madre de ocho hijos.
Según informó el periódico New York Post, el hecho se registró el lunes, hacia las 9:00 de la noche, en el apartamento de la víctima, ubicado en los proyectos de viviendas públicas de Lehman Houses, en la calle 108 Este y Park Avenue, del condado de Manhattan.
La policía identificó a la mujer asesinada como Fatoumata Jaiteh, de 39 años de edad y al agresor como su hijo, Mousa Camara, de 22 años, a quien la madre le tenía mucho temor.
La citada publicación reveló que incluso existía un orden de restricción que la mujer había interpuesto contra su hijo e incluso le habían instalado un botón de pánico para alertar a la policía en caso de que se acercara a su residencia, pero nada de ello impidió que el hombre cometiera el asesinato.
Tras cometer el crimen contra su propia madre, Mousa Camara intentó huir de la escena y disparó contra un hombre en su camino e intentó atacar a los uniformados, pero finalmente la policía logró arrestarlo, a la altura de la calle 110 con Avenida Madison.
El New York Post agregó que Mousa Camara había amenazado de muerte a su padre hacía seis meses, en el mismo apartamento donde cometió del homicidio.
Mira aquí al joven que asesinó a su madre.
Las autoridades informaron además que el joven está a la espera de una evaluación siquiátrica en el Hospital Metropolitan, debido a que mostró comportamientos extraños en la celda donde fue recluido, entre ellos desnudarse.
El señalado asesino había sido arrestado el año pasado con cargos criminales por intento de asalto y acoso, luego de que su madre llamara a la policía cuando el joven lleno de ira, presuntamente rompió el teléfono fijo en su apartamento y luego la golpeó a ella.
Desde ese día, un juez había prohibido a Mousa Camara acercarse a su madre.
Citado por el New York Post, Yankuba Sangarie, hermano de la víctima, dijo que la mujer asesinada vivía en Estados Unidos desde la década de los 90, movida con la única intención de tener una vida mejor, y lamentó que finalmente terminó perdiendo la vida a manos de su propio hijo.