En un crimen escabroso, considerado uno de los hechos más brutales ocurridos en Colombia, las autoridades condenaron este martes a un sujeto, quien pagó $1’000.000 de pesos, el equivalente a $257 dólares para que mataran a su padre, un hombre de 50 años.
Las autoridades aseguraron que el hijo de la víctima, idetificado como Wilson Javier Peña Camayo, de 23 años, llegó hasta el hogar donde se encontraba su papá, y en compañía de dos menores de edad lo acribillaron salvajemente, tras propinarle más de 100 puñaladas.
Así lo dio a conocer el periódico El Tiempo, donde aseguraron que la víctima fue atacada con un cuchillo y recibió las heridas mortales en diferentes partes del cuerpo, todo esto, en total estado de indefensión, mientras dormía.
Tras cometer el ilícito, el autor intelectual y material, le quitó a su fallecido padre la tarjeta débito para retrar los $250 dólares de un cajero y dárselo como pago a los dos cómplices que lo ayudaron a cometer el horrendo crimen.
El citado medio aseguró que el asesinato tuvo lugar el pasado 20 de junio, en la ciudad de Neiva, al sur del país, en un vecindario conocido como Timanco.
El juez aseguró que el hijo de la víctima fue “el determinador” y además “partícipe” del violento crimen de su papá, quien respondía al nombre de Salvador Peña
Peñá era un comerciante de la región del HUila, nacido en la ciudad de Pitalito, donde era conocido.
Tras emitir su sentencia, el Juzgado Primero Penal del Circuito tomo una decisión pronta, debido a la colección de pruebas y evidencia contundente que presentó la Fiscalía.
En la diligencia judicial se aseguró que la noche del asesinato, el hijo de la víctima llegó hasta el inmueble junto a sus cómplices menores de edad y al llegar hasta el sitio donde dormía, procedieron a agredirlo con cuchilladas en el cuello, rostro, abdomen, extremidades inferiores y superiores, mayormente de manera brutal.
El magistrado que llevó el caso destacó la sangre fría de los asesinos, quienes al día siguiente de haber acabado con la vida del comerciante, tomaron el cadáver, lo envolvieron en sábanas y se lo llevaron en un vehículo, con el fin de tirarlo en una quebrada cercana.
Vecinos de una zona boscosa en inmediaciones de la finca El Limón, ubicada en el corregimiento de El Caguán, en la ciudad de Neiva, Colombia, detectaron la llegada de aves de carroña, por lo que dieron parte a las autoridades, quienes al llegar a la zona descubrieron el cuerpo sin vida de la víctima, en un elevado estado de descomposición.
De inmediato se inició una investigación, que resultó en la captura de Wilson Peña Camayo, a quien le instruyeron los cargos de homicidio agravado, por la muerte de su padre, al igual que hurto y uso de menores para cometer delitos.
El sujeto se declaró culpable y admitió su participación en el homicidio, del que las autoridades aseguran fue no solamente premeditado sino lleno de cevicia, motivados por diferencias con su papá.
“El condenado tenía problemas personales y económicos con su progenitor”, dijo escuetamente la Fiscalía.