A medida que los estados del país han ido flexibilizando los protocolos de seguridad y protección contra el COVID, como no exigir ya máscaras en espacios interiores y en muchas escuelas del país, no exigir prueba de vacunación, como empezó a ocurrir en los negocios de Nueva York desde el lunes, no reforzar el distanciamiento social ni promover aforos limitados, la sensación entre muchas personas es que el virus ya no es una amenaza.
Pero contrario a la flexibilización en dichos protocolos, los datos de un informe publicado esta semana resultan bastante preocupantes y muestran que el COVID todavía está muy lejos de terminar y sigue siendo un peligro, pues aunque los contagios se han reducido dramáticamente, como lo muestran los CDC, todavía siguen muriendo muchas personas a causa del coronavirus. Tan solo ayer fallecieron 1,938 personas en Estados Unidos, elevando el total de muertes a 961,620 en la Unión Americana.
Así lo reportó Fortune, donde se aseguró que las muertes por COVID-19 siguen siendo en Estados Unidos 10 veces más altas que las que ocasiona la gripe, un medidor alarmante, ya que las autoridades de salud, como el Dr. Anthony Fauci, han dicho que solo cuando las muertes se reduzcan a los niveles que deja la influenza, podrá hablarse del regreso real a la normalidad.
“No se equivoquen, Estados Unidos está lejos de ser una situación normal”, advirtió el informe de 136 páginas, que elaboraro 53 científicos, médicos y expertos en salud, de acuerdo a lo informado por Fortune. “El cambio a la próxima normalidad no debe inducir a la complacencia, la inacción o el triunfalismo prematuro”.
De acuerdo a Fortune, el reporte, que estuvo encabezado por Ezekiel J. Emanuel, exmiembro de la junta asesora de COVID-19 del equipo de transición del presidente Biden, los datos revelan que todavía el país no está al otro lado del puente.
Cifras como 35,000 hospitalizaciones por día y 12,000 muertes semanales a causa del COVID, mantienen al COVID como una amenaza real, que a nivel de salud, solo son superadas actualmente en Estados Unidos por las enfermedades cardíacas y el cáncer.
La cifra que se tiene para empezar a pensar que el COVID ya está bajo control es alrededor de 1,150 muertes a la semana, como ocurre con la gripe o enfermedades respiratorias.
El estudio calificó el elevado número de muertes a causa de COVID como algo “intolerable”, y abogó por la necesidad de que se cree un plan complejo para seguir disminuyendo los efectos del COVID.
“En ausencia de una hoja de ruta, [el pueblo de EE. UU.] parece seguir a cualquier experto o punto de venta. más cercano a sus preferencias”, dijo el reporte.
El Dr. Fauci dijo hace unas semanas que ya casi se había superado la primera fase de la pandemia y que el mundo se acercaba a la normalidad, y aunque el reporte comparte con el expero médico de la Casa Blanca “el optimismo está justificado”, advierte que no se puede mantener una inacción ante ese asunto ante nuevas eventuales variantes.
Por ello, los expertos que hicieron el reporte piden a la Administración Biden mayor inversión para monitorear el COVID y para prepararse para futuras amenazas y más fabricación de píldoras antivirales, para que se produzcan con la velocidad de las vacunas.
Sobre las dosis de refuerzo de las vacunas COVID, el reporte pidió que el gobierno federal emita directrices claras sobre cuándo y para quién se necesitan dosis adicionales, pues acotaron que “se necesita más información sobre si las infecciones anteriores por SARS-CoV-2 ofrecen una protección similar a dos dosis de la vacuna”.