Fernando Sabag Montiel es el nombre del agresor que este jueves en horas de la noche intentó asesinar a la vicepresidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
La prensa argentina difundió este viernes los primeros datos del detenido, mientras organizaciones sociales se movilizan en el centro de la ciudad de Buenos Aires, capital del país sudamericano, en apoyo a Cristina Fernández, quien fuera presidenta del país entre 2007 y 2015.
Sabag Montiel es un brasileño nacionalizado argentino. En los principales portales de noticias argentinas aparecieron fotos del agresor. Allí se lo ve exhibiendo simbología filo nazi.
El testimonio de un amigo del agresor
El canal Telefé entrevistó a un viejo amigo de Fernando Sabag Montiel, el hombre que este jueves intentó a asesinar a Cristina Fernández de Kirchner.
“Desde que la mamá falleció hace algunos años, él era un marginal que no tenía nada que perder; y por eso a algunos nos sorprendió y a otros no, esto que pasó. Yo creo que su intención original era matarla, sí”, expresó Mario, el amigo del agresor.
Mario contó que la última vez que vio a Sabag Montiel fue hace diez meses. Esa vez, Sabag Montiel le dijo que “un grupo de peruanos le debía plata”. Contó ese detalle para cuenta de que el agresor “andaba en cosas turbias”.
Una infancia traumática
El amigo de Sabag Montiel contó que el acusado “no era una persona violenta”. Asimismo, contó que el hombre que intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner sufrió bullying de chico.
“Sufrió mucho bullying durante la infancia, por sobrepeso y exceso de bellos, siempre lo burlaban y le pegaban. Nunca fue un mal tipo con nosotros, de hecho nosotros fuimos malos con el. Él quería pertenecer y nosotros no le dábamos la oportunidad”, expresó.
Este viernes, gremios y organizaciones sociales marchan en Buenos Aires en repudio del intento de magnicidio. El presidente argentino, Alberto Fernández, decretó feriado nacional.
En las redes sociales son cuestionados algunos integrantes de la oposición que sugirieron que el atentado estaba “armado”. Los que sostienen esa teoría alegan que Cristina Fernández quiere desviar el foco de sus problemas judiciales. Recordemos que la vicepresidenta argentina afronta un proceso que la tiene como principal acusada por causas de corrupción con la obra pública.
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