EE.UU. buscará producir mil millones de dosis COVID para distribuir en el mundo

Una enfermera sostiene un frasco de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19

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Una enfermera sostiene un frasco de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19

La administración del presidente Joe Biden reveló un nuevo proyecto en donde indica que está poniendo miles de millones de dólares a disposición de las compañías fabricantes de medicamentos para aumentar la producción nacional de vacunas contra el virus del COVID-19.

El anuncio lo adelantó el miércoles 17 de noviembre, un funcionario de la administración que habló bajo condición de anonimato previo al comunicado oficial, en el que afirmó que la Casa Blanca tiene como meta aumentar a mitad del año 2022, la capacidad en la producción de vacunas anticovid, a razón de 1.000 millones de inyecciones adicionales por año, para que estas sean compartidas con el resto de los países en el mundo.

“El objetivo de este programa es ampliar la capacidad existente en 1.000 millones de dosis adicionales al año, y comenzar la producción en la segunda mitad de 2022”, comentó Jeff Zients, coordinador de la respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, en declaraciones citadas por LA Times.

Así mismo, junto con Zients, dijo al Times el doctor David Kessler, quien supervisa la distribución de vacunas, que se estima que el plan cueste varios miles de millones de dólares los cuales se pagarán con fondos del Plan de Rescate de Estados Unidos que Joe Biden convirtió en ley el pasado mes marzo.

“Se trata de asegurar una mayor capacidad contra las variantes del Covid-19 y también de prepararse para la próxima pandemia “, agregó, añadiendo que “El objetivo, en el caso de una pandemia futura, un virus futuro, es tener capacidad de vacunas dentro de los seis a nueve meses posteriores a la identificación de ese patógeno pandémico y tener suficientes vacunas para todos los estadounidenses”, afirmó.

Hasta el momento no se conoce de ningún acuerdo con las farmacéuticas de Moderna o Pfizer para asumir esta inversión, pero se sabe que se espera que la producción sea mejorada a través del apoyo a las instalaciones, equipos, personal o capacitación de las compañías para que el objetivo de compartir vacunas al extranjero o para afrontar otra posible emergencia sanitaria, sea posible.

De hecho, en un comunicado, la compañía Moderna señaló que no había revisado la propuesta del gobierno del presidente Biden, pero que esperaba con interés discutirla con las autoridades estadounidenses “y entender si hay un papel que podríamos desempeñar en el apoyo a los esfuerzos del gobierno para abordar la preparación para la pandemia.” Por su parte, la farmacéutica Pfizer rechazó comentar al respecto.

El gobierno del presidente demócrata cree que esta iniciativa contribuirá en aliviar la escasez global de vacunas, especialmente en países con bajos y medianos ingresos, con tasas de mortalidad muy altas, y que impiden el control y futura erradicación del virus.

Según LA Times, de acuerdo con un análisis de la organización de asistencia internacional ONE Campaign, apenas el 4,7% de las personas que viven en países de bajos ingresos han recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID.

Dice este medio que las naciones ricas administraron más de 173 millones de dosis de refuerzo, mientras que los países pobres han administrado unos 32 millones de tan solo la primeras dosis.

La idea del ejecutivo de los Estados Unidos se presenta en momentos en que su gobierno ha sido duramente cuestionado por autorizar una tercera dosis de refuerzo para sus ciudadanos, mientras que en otros países tan siquiera han podido acceder a una primera dosis de la vacuna. 

La comunidad internacional ha venido presionando a la administración de Biden para que combata la desigualdad y el acaparamiento de las vacunas Covid-19, y la población pobre y vulnerable pueda acceder a estas.


Es de destacar que la propuesta del presidente Joe Biden, es consecuente con sus repetidas manifestaciones públicas en las que ha dicho una y mil veces que su intención es que los Estados Unidos preste toda su colaboración para que esta pandemia sea controlada, compartiendo sus vacunas, y que al menos un 70 por ciento de la población mundial esté vacunado antes de septiembre del año próximo. 

A corto plazo, esto crearía una cantidad significativa de dosis de la vacuna contra el COVID-19 a precio de costo para uso global. “A largo plazo, establecería un modelo de fabricación doméstica veloz útil para futuras crisis”, indicaba en un comunicado la oficina de comunicaciones de la Casa Blanca, informó InfoBae.

Estados unidos llevará vacunas a zonas de conflicto

De otro lado, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció este miércoles un acuerdo para llevar vacunas contra el Covid-19 a zonas de conflicto del mundo, donde muy pocas personas han sido inmunizadas, informó El Tiempo.

“Estamos deseosos por que las personas en estas difíciles circunstancias obtengan protección contra el Covid-19 lo antes posible”, remarcó Blinken. “Conocemos la urgencia de esta lucha. Sabemos lo que tenemos que hacer para detener la pandemia. Ahora, tenemos que hacerlo”, mencionó. 

En una reunión ministerial virtual sobre la pandemia, Blinken afirmó que Estados Unidos ha trabajado con Covax, la alianza internacional de vacunas para apoyar a las naciones en el desarrollo, para proporcionar los inmunizantes de una sola dosis de Johnson & Johnson en áreas de conflicto y con otros problemas humanitarios.

“Conocemos la urgencia de esta lucha. Sabemos lo que tenemos que hacer para detener la pandemia. Ahora, tenemos que hacerlo”, urgió.

Entre tanto, Gavi, la asociación público-privada que codirige Covax, no reparó en resaltar la preocupación de los Estados Unidos por acabar con esta pandemia, y dijo que este país negoció para que se suprimieran los requisitos de indemnización por las vacunas de Johnson & Johnson.

Finalmente, el portavoz de la Casa Blanca, concluyó su intervención en esta reunión, pidiendo a otros fabricantes de vacunas que se unan a Johnson & Johnson y a la China Sinovac para renunciar a requisitos de indemnización para las agencias humanitarias.


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