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En territorio de los Estados Unidos la población se encuentra consternada frente a la reciente noticia registrada desde la ciudad de Tooele, condado de Utah, donde el pequeño Drayke Hardman, un niño de 12 años tomó la fatal decisión de quitarse la vida, para no tener que aguantar más el bullying por parte de un compañero de su colegio.
El menor constantemente era agredido física y verbalmente por su agresor, pero Drayke no enteraba a sus padres de lo que le estaba pasando en el recinto escolar, y por el contrario siempre mantuvo en secreto el acoso que sufría. De hecho, cierto día llegó a casa con un moretón en el ojo producto de un puño que le propinó el otro estudiante, pero decidió mentirles a sus padres para no preocuparlos.
La gota rebasó la copa, y el pasado miércoles al no soportar más, Drayke determinó acabar con su vida colgándose de la capucha de un buzo. Sus hermanas fueron las que se encontraron con la terrible escena, hallándolo tirado en el suelo de su habitación, y de inmediato llamaron a sus padres quienes lo trasladaron al hospital más cercano en donde intentaron incesantemente salvarle la vida, pero ya no había nada que hacer y finalmente el niño murió el jueves 10 de febrero en horas de la mañana.
The parents of 12-year-old Drayke Hardman are pleading with other parents to teach their children kindness after they say their son was relentlessly bullied to the point he killed himself.🙏
📷: Hardman family
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“¿Qué puede hacer que un niño de 12 años pierda tanta esperanza en su corazón como para atarse la capucha al cuello para quitarse la vida? Una palabra: BULLYING”, escribió Andrew Hardman, padre del niño, en una publicación de Instagram que tocó las fibras de miles de usuarios.
“Esta mañana me levanté más enojado que nunca en mi vida. ¿Me culpo a mí mismo? ¿Culpo a mis dulces chicos matoneados? ¡Culpo al sistema! Culpo al hecho de que estos acosadores existan ¿Cómo es que hay tanto odio en nuestro mundo que permitimos que los niños hagan daño a otros niños? Es sencillo… nos lo hacemos entre nosotros y ellos aprenden que está bien alimentar su falta de confianza. Creen que eso les hace ser cool”, añadió.
In his Tweet, Andy Hardman revealed that his 12-year-old “baby boy”, Drayke, passed away earlier that morning after an attempt to take his own life the night before.
Entre tanto la conmovida madre, Samie Hardman en una publicación de Instagram escribió: “Este es el resultado de la intimidación, mi chico guapo estaba peleando una batalla que ni yo podía salvarlo. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor. No hay señales, solo palabras hirientes de otros que finalmente robaron a nuestro Drayke de este lugar cruel.
En el mensaje de la madre del menor se lee:
Este…. Este es el resultado de la intimidación, mi niño guapo estaba peleando una batalla que ni yo podía salvarlo. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor. No hay señales, solo palabras hirientes de otros que finalmente robaron a NUESTRO Drayke de este cruel lugar.
tenia 12…. 12 años de edad. ¿Cómo un niño de 12 años que fue amado ferozmente por todos piensa que la vida es tan difícil que necesita alejarse de ella? 💔💔💔
Este chico conocía el amor, todos los días de su vida, él era nuestro mundo, mi mundo, el mundo de su padre, el mundo de su hermana… giramos en torno a este chico… Conocer a Drayke era amarlo, tenía un fuego que se encendía por gente, su personalidad ingeniosa y esos ojos azules de bebé conquistaron al mundo. Él es mi chico, la única persona que en un momento dado simplemente se detendría y me daría un abrazo, me diría 100384849 veces al día “Mamá, simplemente te amo”, mi obsesión por el baloncesto y el JAZZ. Siempre le decía a su papá y a sus hermanas que iba a ser la estrella más baja de la NBA, para que pudiera formar equipo con @spidadmitchell y pudieran conquistar el baloncesto.
Bueno, amigo, eres mi gracia salvadora, eres el guía de caza de papá y ahora eres el protector eterno de tus hermanas mayores. No estoy seguro de cómo navegar esta vida sin ti. Se suponía que pasaría el resto de mi vida contigo, y tú pasaste el resto de la tuya conmigo.
Mi corazón está destrozado, no sé cómo arreglarlo, o si alguna vez lo haré, pero pasaré cada minuto enseñando bondad en memoria de mi amigo favorito. Su propósito aquí era enseñar bondad, mostrar amor y lo hizo absolutamente, tomó a cualquiera como amigo para que tuvieran uno. Una vez que estabas en la tribu de Drayke, estabas allí para siempre.
No puedo empezar a expresar lo agradecida que estoy por mi gente, por las llamadas, los textos, todos los mensajes. Intento responder, lo hago, pero no sé cómo en este momento. Diré que los abracen, bebés, abrácenlos fuerte. Enséñales a vivir y a amar ferozmente.
Enseña bondad y #doitfordrayke
Era un niño encantador, dijeron sus padres
Narró a los medios de comunicación la mamá de Drayke, que su hijo era un niño bueno con un corazón de oro y que soñaba en grande. Que amaba el basquetbol, y que era hincha de los Jazz de Utah, y que dentro de sus sueños estaba jugar algún día en la NBA. Dijo que era parte del equipo de su colegio, pero que el día que se suicidó, no quiso ir a entrenar, aduciendo cansancio y que prefería quedarse a descansar en la casa. Sus padres no tuvieron ninguna sospecha de lo que planeaba hacer.
ICYMI: Drayke Hardman’s mom and dad are pleading with other parents to teach their children kindness after they say their son was relentlessly bullied to the point he died as a result of suicide.
Según cuenta, el pequeño era amado por toda su familia, y siempre buscaba que sus amigos y compañeros estuvieran bien. “Tenía un fuego que se encendía por gente, su personalidad ingeniosa y esos ojos azules de bebé conquistaron al mundo. Mi corazón está destrozado, no sé cómo arreglarlo, o si alguna vez lo haré, pero pasaré cada minuto enseñando bondad en la memoria de mi hijo. Su propósito aquí era enseñar bondad, mostrar amor y lo hizo absolutamente, tomó a cualquiera como amigo para que tuvieran uno. Una vez que estabas en la tribu de Drayke, estabas allí para siempre”.
Con profundo dolor, la desolada madre pidió a otros padres que “sostengan a sus bebés con fuerza”.
Un llamado de atención contra el acoso escolar
A raíz de este terrible drama, La Sra. Hardman y su esposo Andrew instaron a las familias a estar atentas en el hogar y a intervenir si descubren que su hijo está siendo víctima de acoso o que ellos mismos son acosadores.
“En el fondo hay algo roto que este niño le quitó a mi hijo, y tiene que venir de alguna parte porque, como dijo Samie, los niños no se enojan por naturaleza”, dijo Andrew Hardman, el padre de Drayke.
The families of Drayke Hardman and Isabella “Izzy” Tichenor, two children from Utah whose lives were lost after being victims of bullying, presented Donovan Mitchell and Rudy Gobert with their commemorative All-Star rings before tonight’s game.
❤️❤️❤️ | #TakeNote
“Entonces, para él tener que atacar a mi hijo para ganar confianza significa que le faltaba algo. Entonces, en cierto sentido, este acosador también fue una víctima, y ahí es donde debemos encontrar la solución: enseñar a nuestros hijos que el mundo está roto, pero ellos son la generación que lo va a arreglar”, concluyó.
Mientras que la señora Samie dijo: “Estoy enojada, herida y rota. Sin embargo, una parte de mí solo quiere que este matón encuentre la paz. Que lo arreglen. Que ningún otro niño se caiga”.
Samie Hardman y su familia viven una tragedia por cuenta del bullying o acoso escolar. Su hijo Drayke, de apenas 12 años, se quitó la vida a raíz de lo que estaba viviendo.
Este caso se hizo público por decisión de la misma familia, como una campaña para tomar consciencia sobre el acoso, “un enemigo silencioso y en muchos casos mortal”. #DoItForDrayke (hazlo por Drayke), invita a los padres de familia a que se preocupen por enseñarles a sus hijos la importancia de ser amables y buenas personas con los demás, por sobre todas las cosas.
Ahora, amigos, familiares y extraños de Drayke adelantan una campaña para recolectar fondos y cubrir todos los gastos del funeral del pequeño, que residía en Utah, EE.UU.
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