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Un desprendimiento de tierra en el acantilado que sostiene al pequeño municipio de Camogli, en Génova, Italia, provocó el derrumbe de una parte del cementerio local. Como consecuencia de ello, alrededor de 200 ataúdes fueron a parar al mar. Los féretros quedaron flotando en el agua y hubo que rescatarlos.
De acuerdo a los medios italianos, los rescatistas enviados por las autoridades habían podido recuperar tan solo diez de los cientos de ataúdes que flotaban en el mar durante las primeras horas del martes 23 de febrero. Se estima que con el correr del día el problema quedará solucionado y los ataúdes serán restituidos a otro sector del cementerio local.
Un ciudadano de Camogli captó con su teléfono móvil el momento preciso en el que se producía el derrumbe de un sector del cementerio. Las imágenes parecen sacadas de una comedia negra. Pero no, son reales y provocaron la congoja de un pueblo entero que ahora pugna por devolver a sus muertos a su lugar de descanso.
Ningún involucrado en el hecho
Las autoridades de Camogli, municipio ubicado a 20 kilómetros de Génova, descartaron que el hecho haya sido provocado por alguna persona.
Decenas de féretros caen al mar al derrumbarse parte de un cementerio en Italia por un corrimiento de tierras
Las dudas acerca de si se había tratado de una maniobra intencional surgieron a raíz de los videos que fueron difundidos en las redes sociales. ¿Quiénes y por qué estaban filmando a esa hora ese sector del cementerio?
La respuesta es sencilla: las imágenes difundidas, que dieron la vuelta al mundo, fueron captadas por empleados municipales que por entonces se encontraban realizando obras en otro sector del cementerio. Se hallaban restaurando panteones cuando percibieron el sonido del desprendimiento de la tierra en el acantilado que sostiene a la comunidad.
La explicación de las autoridades de Camogli
La agencia de noticias ANSA recogió el testimonio de las autoridades de Camogli. Quien tomó la palabra para explicar la situación fue Tino Revello, Asesor de Obras Públicas.
“El área había sido cercada, porque en los últimos días se habían oído raros crujidos”, explicó.
El área estaba en observación desde hacía años debido a las duras marejadas que azotaron la región de Liguria en el último lustro. El derrumbe se produjo por la erosión del acantilado.
No solo hubo que lamentar el derrumbe de un sector del cementerio local. El desprendimiento del acantilado provocó la destrucción de dos capillas. En estos centros de culto también había gente enterrada.
La tarea de los bomberos, dicen las autoridades, será doble. No solo deberán rescatar a los ataúdes que fueron a parar al mar. Además deberán identificar a las personas fallecidas que ocupan dichos féretros.
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