Anastasio Tsakos, un policía de New York de 43 años, fue atropellado mortalmente la madrugada del 27 de abril a las 2:00 AM en la carretera Long Island Expressway, en el barrio de Queen’s.
Tsakos, que llevaba 14 años en el cuerpo policial de New York, fue arrollado por una mujer de 32 años, Jessica Beauvais de Hempstead, que conducía bajo los efectos del alcohol, con la licencia para manejar el auto suspendida, según informó The New York Post. Fue detenida instantes después.
El agente, que en el momento de su atropello estaba dirigiendo el tráfico, fue transportado rápidamente al hospital de New York-Presbyterian Queens, pero ya nada pudieron hacer para salvarle la vida.
Jessica Beauvais ha sido acusada de varios cargos, incluidos varios delitos graves: dos cargos de homicidio vehicular, peligro imprudente, huida de un oficial en un vehículo motorizado, no socorrer en un accidente y operar sin licencia con el agravante de conducir bajo los efectos del alcohol.
Anastasio Tsakos era padre de una niña de 6 años y un niño de 3
Según ABC NY, Tsakos era conocido por sus vecinos como “Tasso”. Estaba casado y tenía dos hijos: una niña de 6 años y un niño de 3.
Este verano se había mudado con toda la familia al barrio de East Northport. Los vecinos explicaron que era un hombre encantador, un gran padre de familia y una persona que había dado mucha vida a la comunidad.
Tsakos era muy reconocido por el cuerpo de la policía de New York. El comisionado de la policía, Dermot Shea, en declaraciones que reportó Fow News, dijo:
“Estamos aquí devastados y tratando de recoger los pedazos de lo que es una casa destrozada y una familia de policía de Nueva York que ha quedado muy tocada”.
El alcalde de New York, Bill de Blasio, mostró su apoyo a su familia
Junto con Dermot Shea, también el alcalde de New York, Bill de Blasio, tomó la palabra y expresó su frustración por los hechos acontecidos:
“Vemos aquí un patrón horrendo, gente haciendo lo incorrecto y otras personas muertas a causa de sus acciones. Uno de ellos es un oficial héroe que hizo todo bien en su vida, nos sirvió a todos, y está muerto por negligencia de otras personas.
El comisionado y yo acabamos de pasar un tiempo con su viuda, Irene, y no hay palabras para el dolor que está atravesando. Todos los neoyorquinos deben darse cuenta de que, hace unas horas, estaba deseando volver a ver a su marido y ahora no lo hará.
Deja una hija de 6 años y a un hijo de 3. Nunca volverán a ver a su padre porque alguien hizo algo incorrecto, y tenemos que entender que todos los días nuestros oficiales salen a buscar hacer lo correcto. Pero aquí hay un buen hombre que no estará en casa. Sólo hay dolor. Así que, por favor, comprendan que esta familia nunca volverá a estar completa. Haremos todo lo posible para apoyar a estos niños, para apoyar a esta viuda. Pero no será suficiente”.