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El coronavirus está afectando la cotidianidad de todo el mundo. Y más allá del cierre de escuelas, de restaurantes y negocios y de miles de hogares en curentena ante el auge del brote, las próximas celebraciones de Semana Santa, considerada la fiesta por excelencia de los católicos, también sufrira un impacto de palabras mayores.
Este año, su Santidad, el Papa Francisco, realizará todas las celebraciones religiosas de la Semana Santa sin fieles, contrario a lo que suelen ser estas fechas en El Vaticano.
Así lo anunció la Prefectura de la Casa Pontificia, explicando que debido a la crisis del coronavirus, que entre otras cosas ha golpeado duramente a Italia, esta vez todo será de manera virtual y los feligreses podrán sumarse a las misas y servicios religiosos, a través de internet.
“Esta Prefectura se apresura a informar que debido a la actual emergencia sanitaria, todas las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa se llevarán a cabo sin la presencia física de fieles”, aseguró el organismo de Roma en un comunicación.
Festejos como las misas del Domingo de Ramos el 5 de abril, la del Jueves Santo el 9, la liturgia del Viernes Santo el 10, al igual que el famoso Vía Crucis en el Coliseo Romano, la lectura del Sábado Santo de Vigilia Pascual, y el Domingo de Resurrección con la bendición “Urbi et Orbi”, no se llevarán a cabo con público, como suele suceder.
Por otro lado, el Vaticano anunció que hasta el próximo 12 de abril las audiencias generales de los miércoles y los rezos del Ángelus solo serán emitidos en el portal de internet Vatican News y tampoco el Papa tendrá acceso ni contacto con los fieles.
En Italia ya han sido diagnosticadas con el brote más de 21,000 personas y ha habido 1,441 muertes.
Ante las novedades, y con su ya conocida honestidad al hablar, el Papa asegura sentirse “enjaulado”, como lo dijo en su último rezo del ángelus por internet encerrado en el Vaticano.
“Este rezo del ángelus de hoy es un poco extraño con el papa enjaulado en la biblioteca, pero os puedo ver y estoy cerca de vosotros”, dijo Francisco, quien estuvo asomado a la ventana con la basílica y la plaza de San Pedro cerradas.
“Tengo presente en mis oraciones a las personas que están sufriendo debido a la actual epidemia de coronavirus así como a todos aquellos que están cuidando de ellos”, aseguró su Santidad, al tiempo que pidió a los creyentes “vivir este difícil momento con la fuerza de la fe, la certeza de la esperanza y el fervor de la caridad”.
