A partir de este 10 de marzo empezamos el horario de verano. Lo que quiere decir que tenemos que cambiar la hora. Si estas leyendo esto es porque no sabes si se atrasa o adelanta la hora. Lo cierto es que con tanta tecnología hoy en día ya no nos tenemos que preocupar por manualmente cambiar la hora en los relojes en casa. A menos que tengas por ahí un reloj manual. Por cierto, algunos autos necesitan que le cambien la hora manualmente.
También puedes estar curiosidad si se atrasa o adelanta la hora para ver si perdiste o ganaste una hora de sueño. Bueno pues hoy la hora se adelanta a las 2 de la mañana. Lo que quiere decir que perdiste una hora de sueño. Pero si andas de parranda y planeabas llegar a la casa a las 2 de la mañana, pues te cuento que en realidad llegaste a las 3 de la mañana.
Así es, este 10 de marzo se termina la horario de invierno y entramos al horario de verano. Por lo que tenemos que adelantar la hora a las 2 de la mañana.
Aunque Puerto Rico se considera parte de los Estados Unidos, la isla puertorriqueña no tiene que cambiar la hora porque no le aplica el horario de verano. Tampoco le aplica a los estados de Arizona, Hawai, Samoa, Guam, islas Marianas del Norte y las islas Vírgenes estadounidenses.
Cabe recordar que el cambio de horario fue propuesto por Benjamin Franklin, según Wikipedia.
El horario de verano moderno fue propuesto por primera vez por Benjamin Franklin y posteriormente, en 1907, por William Willett. Se empleó ampliamente por primera vez en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón. A pesar de las controversias, muchos países lo vienen empleando desde entonces. Los detalles horarios difieren dependiendo del país y a veces son modificados.
Cabe mencionar que todos los años, el segundo domingo del mes de marzo entramos al horario de verano. Con la idea de alargar las horas de luz y ahorrar energía eléctrica.
A pesar de los orígenes de Daylight Saving Time como una estrategia de ahorro de energía, la investigación sugiere que en realidad podría estar perjudicando la causa. Un estudio de 2008 realizado en Indiana descubrió que la implementación estatal del DST, dos años antes, había impulsado el consumo total de energía en un uno por ciento. Si bien es cierto que cambiar los relojes puede ahorrar dinero a los residentes en el consumo de luz, el costo de la calefacción y el aire acondicionado tiende a subir. Esa hora extra de luz diurna solo es beneficiosa cuando las personas están dispuestas a salir de sus casa a disfrutar el aire fresco.