En el fin de semana pasado el mundo le dio el último adiós a Barbara Bush, esposa por 73 años del presidente número 41 de Estados Unidos, George HW Bush. Justo el día después del funeral, Bush fue internado en cuidados intensivos por una infección que se ha extendido en su sangre.
“Está respondiendo a los tratamientos y parece estar recuperándose”, dijo en un comunicado el portavoz de la familia Bush, Jim McGrath. “Emitiremos actualizaciones adicionales cuando los eventos lo justifiquen”.
Bush, de 93 años, ingresó en el Hospital Metodista de Houston el domingo por la mañana, un día después del funeral de su esposa, con una infección que condujo a la sepsis, que puede poner en peligro la vida, según dijo a CNN una fuente cercana al ex presidente republicano. Él estaba en estado crítico, dijo la fuente.
La fuente agregó que la presión sanguínea de Bush seguía bajando y un par de veces hubo una gran preocupación acerca de si él iba a salir adelante, pero que ya se había estabilizado. Sin embargo, con la edad de Bush, su salud y esta infección, esto es muy grave, explicó la fuente.
Luego de la muerte de Barbara, la familia Bush había estado preocupada de cómo el patriarca lidiaría con todas las emociones que conlleva un evento de tal magnitud.
Los dos habían estado casados durante 73 años cuando ella murió la semana pasada a la edad de 92 años. Los dos eran padres de seis hijos, incluido el ex presidente George W. Bush y el ex gobernador de Florida Jeb Bush. Su hija Robin murió de leucemia a los 3 años en 1953.
“Inmediatamente después de una gran pérdida, ciertamente como ha ocurrido, hay algunos datos que muestran que algunas personas pueden desarrollar problemas de inmunidad y volverse más susceptibles a las infecciones”, dijo el jefe médico corresponsal de la CNN, Dr. Sanjay Gupta. “Las infecciones que de otro modo habrían podido combatir se vuelven más serias”.
Apenas unos días antes de la muerte de Barbara Bush, la familia dijo que la ex primera dama había elegido no recibir tratamiento médico adicional y, en cambio, centrarse en el “cuidado en comodidad”.
“Siempre supe que Barbara era la mujer más querida en el mundo, y de hecho, solía burlarme de ella porque tenía un complejo acerca de ese hecho”, dijo Bush después de la muerte de su esposa. “Pero la verdad es que la efusión de amor y amistad dirigida a ella nos está levantando a todos. Tenemos fe de que ella está en el cielo, y sabemos que la vida continuará, como ella lo haría. Así que cruza a los Bush de tu lista de preocupaciones.”
El ex presidente también ha tenido su serie de problemas de salud en los últimos años, incluidas las hospitalizaciones por neumonía y bronquitis crónica. Él usa una silla de ruedas debido a un trastorno que imita los efectos de la enfermedad de Parkinson.