Hoy, jueves 6 de abril termina oficialmente la Cuaresma, el periodo de cuarenta días de preparación espiritual para recibir el Domingo de Pascua la resurrección de nuestro señor Jesús Cristo.
La cuaresma que iniciamos los fieles creyentes de Dios y de su hijo el pasado 22 de febrero, Miércoles de Ceniza, concluye oficialmente el día jueves 6 de abril del presente aó, justo con la conmemoración del Jueves Santo.
Origen de la Cuaresma
El origen de este tiempo de reflexión, ayuno y penitencia, simbolizan los cuarenta días que Jesús paso en el desierto, solo, preparándose para cumplir con su misión publica de replicar la palabra de padre.
Significado de la Cuaresma
El significado de estas seis semanas y media está en que todos los católicos estén prestos a recibir de nuevo a Jesús de una manera renovada. La pascua del señor tiene que llegar en una mente y un cuerpo limpio de pecado, y con una disposición a ser mejores seres humanos. Algo en nosotros debe cambiar para bien, para estar mas cerca de las manos de Dios y su hijo.
¿Cómo se fija la Cuaresma?
De acuerdo con Diario Libre, para calcular su celebración se toman en cuenta el sol y la luna. La primera luna llena, después del inicio de la primavera en el hemisferio norte, es un punto de referencia. El siguiente domingo a esa luna llena es el Domingo de Pascua o de Resurrección.
A partir de esta fecha, se cuentan 40 días hacia atrás (sin tomar en cuenta los domingos) para fijar su inicio. Es así que el Miércoles de Ceniza corresponde entonces al primer día de la cuaresma, y finaliza en la tarde del Jueves Santo, antes de la “Misa de la Cena del Señor”.
Los 40 días de Jesús en el desierto
Jesús pasó en el desierto cuarenta días antes de empezar a predicar la palabra de dios, y en la biblia, los evangelios sinópticos (Mateo, Lucas y Marcos), cuentan que luego de que Jesús fue bautizado por Juan en el Río Jordán, fue conducido al desierto por el espíritu de Dios para prepararse para la misión que el Padre lo había enviado a cumplir.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo” (Mateo 4:1), narra el versículo de la biblia, y aunque la palabra tentar se entiende como persuadir a alguien para que haga algo malo, en la biblia, tiene un significado distinto, el cual es probar y purificar a alguien para ver si está listo para una tarea.
¿Por qué al desierto?
Un lugar árido, sin vegetación, agua, peligroso, difícil de conservar la vida por mucho tiempo en él; de hecho en la época de Cristo, para el pueblo de Israel y muchos de sus líderes, este lugar significaba un lugar de prueba, encuentro y renovación.
¿Las tentaciones del diablo a Jesús?
Según el medio La Voz, la biblia cuenta que cuando Jesús tuvo hambre, se le apareció el Diablo y le dijo: “Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios”, ganando la primera batalla contra el demonio.
El diablo no se dio por vencido, e insistió una vez más, así que transportó a Jesús a Jerusalén y lo colocó sobre lo alto de una roca y le pidió que se arrojara, “si eres el Hijo de Dios, lánzate de aquí abajo, pues está escrito: que Dios te ha encomendado a sus Ángeles, los cuales te tomarán tus manos para que tu pie no tropiece contra alguna piedra”, a lo que Jesús le respondió: “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”, venciendo al Diablo por segunda ocasión.
El demonio volvió a tentarlo una vez más, y en esta ocasión le mostró a Jesús, desde un monumento muy alto, todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, diciéndole que si lo veneraba, todos esos lugares le pertenecerían, pero Jesús volvió a responder de manera corta y concluyente “Apártate de ahí Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él sólo servirás.”, venciéndolo por tercera vez, haciendo que se rindiera.
Después de que el Diablo se fuera, la biblia cuenta que a Jesús se le acercaron ángeles que le servían y le dieron de comer. Asimismo, debe suceder con nosotros después de estos 40 días de reflexión y de privaciones, Jesús vendrá a nosotros como un ángel y saciara el hambre espiritual, llenándonos del alimento del amor y de la fraternidad.
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