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Lucie Lucas, la famosa actriz francesa, reconocida entre otros proyectos por su participación en la serie Clem, de TF1, decidió sumarse a las mujeres que han levantado sus voces contra la violencia sexual, y esta vez confesó públicamente que desde que era una niña fue víctima de violaciones y terribles abusos.
La estrella del cine y la televisión, quien actualmente cuenta de 33 años, decidió tocar el tema como una manera de motivar a otras mujeres que han enfrentado situaciones similares, a que no se queden calladas, aunque optó por mantener en el anonimato los nombres de sus agresores.
“Me doy cuenta de lo aterrador que es hablar, incluso sin dar nombres, fechas o lugares”, comentó la estrella, a través de una publicación que compartió en sus redes sociales.
En su denuncia, hecha la semana pasada, la joven actriz se sumó al evento #NousToutes, para luchar contra la violencia sexual y dijo que siendo muy pequeña empezó a sufrir cosas terribles.
“Me encantaba jugar futbol con los niños, pero no me gustaba que me encerraran en los baños todos los días y que trataran de desnudarme y meter su lengua en mi boca”, comentó la actriz, manifestando que incluso sus propios profesores cometieron abusos.
“Me encantó el teatro, pero no me gustó que mi maestro me tocara los senos y pusiera sus manos sobre mis muslos”.
Lucie, quien es madre de tres niños dijo además, que tal y como ha ocurrido con cientos de actrices, los directores también se aprovecharon de su inocencia y sus ganas de brillar y llegar lejos.
La francesa calificó esas tácticas como parte del “chantaje” practicado en la industria.
“Un director de cine hizo algo para que todo el staff me viera desnuda, dijo la artista, destacando que el abuso también ocurrió entre “ciertos fotógrafos de moda” que le insistieron para que “posara sin ropa”.
Lucie fue más allá y dijo que hasta uno de sus exnovios cometió actos de abuso contra ella.
“Estuve amando a este chico de manera secreta. Era dos años mayor que yo… pero no me gustó cuando lo notó, y decidió violarme en su sótano mientras yo lloraba y le decía que ‘no’ con cada parte de mi cuerpo. No grité porque mi madre se encontraba a pocos metros esperando en el auto, y no quería asustarla”, fue el aterrador relato de la actriz.
“Lo que les compartí en esta publicación es parte de mi intimidad, un pequeño extracto de lo que soy. Gracias a todas las mujeres que ya no callan. Hoy me doy cuenta de lo aterrador que es hablar incluso sin dar nombres, fechas o lugares. No tengo el coraje de algunos, pero me gustaría compartir con ellos toda mi admiración y gratitud por su inmensa y benéfica fortaleza”, agregó la francesa. “Hay una sociedad que debe despertar, con todos sus individuos, y luchar por el respeto y la realización de todos en equidad y justicia”.
