El Barcelona ha empezado la temporada a un nivel excelente. Había muchas dudas porque los factores de desestabilización se acumulaban: las salidas de Rakitic, Suárez, Semedo y Vidal; nuevo entrenado; el verano movido con la casi salida de Leo Messi; la moción de censura a la directiva; fichajes que no llegan… pero, a la hora de la verdad, el equipo cumplió dejando grandes sensaciones y se impuso al Villarreal por 4 goles a 0.
Koeman salió con el once que se le presuponía. Fiel a su 4-2-3-1, no hubo ninguna sorpresa. A falta de la llegada de Dest (inminente su fichaje, según Mundo Deportivo) y la posible incorporación de un 9, por el momento Sergi Roberto y Griezmann son fijos en esas posiciones. De este modo, esta era la alineación del equipo:
Salida espectacular del equipo, con un Ansu Fati desatado
El Barcelona salió con muchísima intensidad, con ganas de gustar. El que salió más enchufado fue Ansu Fati, que en los primeros 20 minutos se encargó de dejar el partido finiquitado.
En el minuto 15, un gran pase en largo de Lenglet sobre Jordi Alba fue aprovechado por el extremo, que definió de primeras con el interior el paso raso del lateral catalán. La resolución es exquisita.
Tan solo tres minutos después, en el 18, Ansu quería más. Gran contragolpe del Barcelona, con Coutinho madurando la jugada a la perfección y dejando al jugador de 17 años ante Asenjo. De nuevo, impecable definición al palo corto. Doblete en 18 minutos.
En el 34, seguía el espectáculo Ansu Fati. Una buena jugada individual dentro del área terminaba con un penalti clarísimo de Mario Gaspar, que tuvo una noche para olvidar. Fati cedió la pena máxima a Leo Messi, que pese a no chutar su mejor penalti, anotó el 3 a 0. Después de todo lo vida, el argentino volvía a anotar vestido de azulgrana.
Los catalanes tenían el partido dominadísimo. Antes del descanso aún han ampliado la ventaja. En el 45, un robo del omnipresente Ansu Fati fue clave para que Messi intentara filtrar un pase a Busquets, que llegaba de segunda línea. En el intento de despeje, Pau Torres se introdujo el balón en su propia portería.
Segunda parte más relajada con tiempo para los nuevos
En la segunda mitad, el Barcelona se dedicó a mantener la posesión del balón. Sin embargo, también creó alguna oportunidades de gol. Messi tuvo las más claras, pero se topó con un excelente Sergio Asenjo. Ya en los últimos 10 minutos, el Villarreal, sobre todo gracias a la entrada de Kubo, dispuso de sus mejores momentos para anotar el gol del honor, pero Neto estuvo a un muy buen nivel.
Así pues, los de Ronald Koeman empiezan la temporada generando ilusión, algo de lo que los culés iban muy faltados en los últimos tiempos. Sin embargo, hay que recordar que el Barcelona de un Quique Setién en declive la temporada pasada también dio un recital (5-1) en un partido que fue una excepción. No hay que sacar muchas conclusiones.
El jueves 1 de octubre, en Balaídos, ante el Celta de Vigo, los azulgranas tendrán una prueba mucho más complicada en un campo en el que por historia siempre sufren.