La prensa española difundió el nombre de la única persona que visita a Dani Alves en el Centro Penitenciario Brians II, la cárcel donde el futbolista está encerrado a la espera del juicio por violación.
Se trata de Bruno Brasil, íntimo amigo de Alves y quien fuera su chef durante su etapa como jugador de la Juventus y el FC Barcelona. Bruno le cocinaba al lateral derecho las comidas que indicaban las nutricionistas de los distintos clubes.
Bruno Brasil tiene un pasado como deportista. En 2018 integró el equipo de voleibol del ‘Comando Militar do Nordeste Brasil’. En los últimos años, sin embargo, el joven dejó la actividad deportiva y se volcó exclusivamente al trabajo junto a Alves.
El nexo entre Dani Alves y Joana Sanz
Bruno Brasil mantuvo el contacto entre Dani Alves y su esposa, Joana Sanz. Fue él quien llevó a la modelo española a la prisión a visitar a quien hasta hace unos meses era una pareja.
La TV española difundió hace unos días un chat entre Bruno Brasil y la prima de la mujer que denunció a Dani Alves. En esa conversación, el chef intentaba convencer a la joven para que la denuncia contra su amigo sea retirada.
“Seamos hermanos. Mi casa está en… No estoy siempre, pero lo que necesites aquí estoy disponible. Me habéis gustado tu hermana y tú como personas. Siempre estoy listo para conocer a amigos buenos”, se lee en el mencionado chat.
Dani Alves seguirá en prisión
En febrero, la Audiencia de Barcelon ratificó que Dani Alves continuará en prisión. No podrá salir ni siquiera bajo fianza. Será así hasta que se celebre el juicio que lo tiene como demandado por violación.
El hecho por el que lo acusan habría ocurrido en la noche del 30 de diciembre del 2022 en la discoteca Suttón, en Barcelona. Una joven de 23 años, cuyo nombre no trascendió en los medios, asegura que el futbolista la violó en uno de los baños del lugar.
Dani Alves jugaba para Pumas de la UNAM al momento de su detención. Días atrás había regresado a Barcelona tras su participación en el Mundial de Qatar 2022 con el seleccionado brasileño.
Si se confirma la agresión sexual, a Alves lo espera una condena de entre 1 y 4 años de prisión. En caso de que la justicia catala confirme que hubo violación, al futbolista le podría tocar una pena entre 6 y 12 años.
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