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Un caso vinculado al deporte y los abusos sexuales conmociona por estas horas a todo el Reino Unido. La protagonista de esta triste historia es la joven gimnasta Amy Tinkler, una de las mejores exponentes de la gimnasia artística del mundo.
En el mes de enero anunció su retiro. Todos se preguntaban qué había pasado, por qué decidía dejar la actividad teniendo como horizonte a los Juegos Olímpicos de Tokio. Ella misma se ocupó de dar la respuesta: se cansó de que la British Gymnastics no hiciera caso a sus denuncias por abuso y maltrato por parte de sus exentrenadores.
La joven Tinkler denunció que sufrió abuso y maltrato por parte de uno de sus entrenadores. No fue la única gimnasta inglesa que se quejó. Otras jóvenes mujeres aseguran haber sufrido tratos inhumanos por parte de los empleados de la federación.
“Presenté una queja formal ante British Gymnastics en diciembre de 2019. Fue un recuento de mis experiencias en mi club y como gimnasta de elite, y las experiencias que compartí en ese documento fueron la razón de mi retiro en enero, no una lesión como algunos aseguraron durante un tiempo”, inició su descargo en una carta que publicó en su cuenta de Instagram.
“Las historias que se estuvieron contando en la última semana me rompieron el corazón. Estoy tan orgullosa de mis compañeras gimnastas que compartieron sus experiencias. Sé lo difícil que es hacerlo y su coraje ha sido una luz y una inspiración en el deporte que todos amamos en tiempos oscuros”, remarcó Tinkler.
La respuesta de la Federación no se hizo esperar. Aprovecharon la audiencia de la BBC para contradecir el testimonio de la gimnasta: “British Gymnastics recibió una notificación formal del reclamo de Amy Tinkler en diciembre y ella aportó información detallada sobre el caso el pasado 10 de marzo, lo que permitió proceder con la investigación. Hoy está en un estadío avanzado y hemos mantenido a Tinkler al tanto del proceso, además de brindarle el apoyo apropiado”.
Cabe aclarar que Tinkler no especificó a qué clase de abuso se refiere. De acuerdo a las otras denuncias, se estima que se trata de un caso de trato inhumano, de entrenadores y psicólogos que no tienen limites con tal de llevar al máximo el nivel deportivo de las atletas.
