El día que Messi se quedó dormido arriba del auto de Zabaleta

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Pablo Zabaleta contó la anécdota del día que Lionel Messi se quedó dormido en su auto.

Lionel Messi y Pablo Zabaleta se conocieron en 2005, en el Sudamericano Sub 20, y jugaron juntos hasta 2016, precisamente hasta la Copa América Centenario. Más de una década en la que se consolidó una amistad entrañable que dura hasta el día de hoy.

Si hay algún futbolista autorizado para hablar de Leo, ese es el lateral derecho argentino de West Ham United. Este martes, el nacido en Arrecifes contó una anécdota del capitán del FC Barcelona, cuando todavía era un juvenil que daba sus primeros pasos en el equipo dirigido por el holandés Frank Rijkaard.

Zabaleta había sido comprado por el Espanyol de Barcelona. Corría el año 2005. Messi apenas tenía 17 años. Como se conocían del Sub 20, el rosarino ofició de anfitrión en esos primeros meses del lateral en la Ciudad Condal.

“Leo tenía esa capacidad para dormirse fácil y él no manejaba nunca. Era más joven, yo había venido a Barcelona porque me había comprado el Espanyol. Además, veníamos de ganar el Mundial Sub 20 en Holanda y habíamos establecido una buena relación en el juvenil”, comenzó su historia el lateral surgido en San Lorenzo de Almagro.

“Yo estaba solo en Barcelona y él estaba viviendo con parte de la familia. Salíamos a comer, íbamos a un restaurant de argentinos dos o tres veces por semana. Recuerdo que Leo se había comprado una casa en Castelldefels, en las afueras de Barcelona y tenía otro departamento en la ciudad. Entonces, después de salir a algo, subimos al auto y él pum, cabeceó y quedó dormido. Y le digo: ‘Leo, Leo, ¿a dónde?’. ‘A mi casa’, respondió. ‘¿A cuál, a Castelldefels?’. ‘Sí, sí’, me responde”, siguió en una entrevista con el canal argentino TyC Sports.

Ocurre que Messi había dado la indicación cuando ya no era consciente de lo que decía: “Arrancamos para la montaña y cuando llegamos me dice: ‘pero te dije a mi casa’. No, me dijiste Castelldefels. ‘No, a mi casa de Barcelona, acá no hay nadie. Me quiero ir con mi viejo’. Y bueno, pegamos la vuelta, me tuvo una hora yendo de un lado al otro. No lo podía dejar tirado”.

Anécdotas como estas afianzaron el vínculo entre dos jugadores que disputaron una final de Copa del Mundo y dos finales de Copa América con la Selección Argentina. Esos traspiés marcaron el ciclo de Messi en la Albiceleste. Fue duramente castigado por la prensa de su país.

“Se le exige mucho a Leo porque es el mejor del mundo, pero nadie gana solo. Más allá de que él no consiguió un título a nivel mayor, le dio al chance a la AFA de conseguir muchísimos ingresos por el hecho de tener a los mejores del mundo”, lo defendió Zabaleta.

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