Una de las razones por las que Alejandra Espinoza ha logrado mantener una conexión de lujo con sus millones de seguidores es su sencillez, y que a pesar de haber alcanzado mucha popularidad y de disfrutar de las mieles que la fama le ha dado, nunca ha negado su origen humilde, y no tiene problema alguno con enseñarlo.
Y esta vez la ganadora de la primera edición de Nuestra Belleza Latina, compartió en Youtube un video muy familiar en el que mostró a sus seguidores detalles de lo que era su vida en sus años de infancia y de adolescente, cuando vivía en la ciudad fronteriza de Tijuana.
Alejandra enseñó paso a paso sitios desu natal Tijuana en donde ella y su familia estuvieron muchos años, y más allá de las calles humildes y del vecindario que presentó, lo que más llamó la atención a sus fans fue su humilde casita.
La ganadora de Nuestra Belleza Latina mostró en cámara la que fue la casa de su niñez, que quedaba ubicada en la parte alta de una colina, a la que llegaba después de recorrer un sendero empinado y varios escalones.
Pero además de la emoción que le produjo a los seguidores de la exreina ver el lugar donde su ídolo creció, lo que más gustó fue la manera como Alejandra habló de aquellos días y de su humilde casita.
La estrella de Univisión dijo con mucha humildad que a pesar de haber pasado necesidades y no haber contado con riqueza ni mucho dinero durante su infancia, vivió momentos hermosos.
“Yo no recuerdo haber escuchado a alguno de mis hermanos, a mi papá, a mi mamá, o a alguien quejarse de tener que bajar escaleras o de tener que vivir donde vivíamos porque, independientemente de lo que teníamos o de lo que no teníamos, yo les puedo decir que tuve una niñez, que jamás en la vida, cambiaría por nada del mundo”, dijo la exreina.
La casita de la conductora de televisión contaba con dos pisos, en obra negra, con una cocinita humilde, un comedor, una sala, dos habitaciones y un patio, que ella soñaba un día poder mejorar y remodelar.
Precisamente en el video en el que la joven presentó su casa, entró en llanto de emoción, al recordar los bonitos momentos que vivió allí.
“Cuando vivíamos aquí, yo me acuerdo que siempre decía que, cuando tuviese dinero, iba a arreglar la casa, nunca lo hice y no lo hecho, ya no me tocará, yo creo. Toda la casa, así como la ven, mi papá la hizo solito. Mi papá no es arquitecto, mi papá es doctor. Mi papá no sabe nada de esto, sin embargo, todo lo hizo él”, comentó Espinoza.
“Se quedó a medias, nunca tuvimos el dinero suficiente como para terminar la casa, siempre le faltaron ventanas, nunca tuvimos la casa completa, siempre había algo que le faltaba”, agregó Ale, quien ahora vive en una lujosa casa en Woodland Hills, California.