Al exfutbolista brasileño Ronaldinho Gaúcho le otorgaron la prisión domiciliaria hace poco más de una semana, razón por la cual fue trasladado junto a su hermano, Roberto de Assis Moreira, al exclusivo hotel Palmaroga, ubicado en Asunción del Paraguay. Sin embargo, los lujos que lo rodean no le son suficientes a “Dinho”, quien realizó un especial pedido a la gerencia de lugar donde se hospeda para pasar sus días como él quiere.
Para salir de la sede policial de la Agrupación Especializada de la Policía de Asunción, los hermanos Assis de Moreira debieron pagar una millonaria fianza: nada menos que ¡1.600.000 dólares! Por tal motivo, no suena extraño que las autoridades locales los traten como unos auténticos reyes mientras que, todavía, siguen bajo investigación por presuntas vinculaciones con una banda que lavaba dinero.
En el hotel Palmaroga, una habitación standard cuesta entre 80 y 90 dólares la noche. Sin embargo, el espacio elegido por el ex Barcelona tiene un valor de 380 dólares por jornada. Y como “Dinho” y su hermano son los únicos huéspedes del hotel, como consecuencia del aislamiento preventivo y obligatorio que rige en Paraguay por el coronavirus, ocupan el primer piso donde está la suite presidencial seleccionada por el campeón del mundo con Brasil en 2002.
Pero el ostentoso hotel Palmaroga hay algo que no tiene y sí es muy importante para Ronaldinho: una cancha de fútbol sala o una de fútbol tenis para pasar los días junto al balón, su gran pasión. En consecuencia, el excompañero de Leo Messi en el Barça le solicitó a los empleados del lugar que le acondicionaran un sector para su deporte predilecto.
“Le trajeron una pelota reglamentaria. Le habilitamos un salón -de unos 30 metros por 15- para sus picaditas”, confirmó Emilio Yegros, gerente del hotel, al medio mexicano Excélsior.
Ronaldinho, amo y señor mientras continúa bajo órbita de la Justicia paraguaya.
Las visitas, el otro beneficio
Ronaldinho y su hermano son monitoreados las 24 horas por personal de la policía paraguaya apostada en el hotel Palmaroga, pero eso no les impide gozar de un régimen de visitas distinto al de cualquier otro recluso.
“Puede recibir todas las que desee, tiene respaldo legal, es él quien no debe poner un pie afuera”, aseguró el letrado Arnaldo Leguizamón al medio paraguayo Extra. Sin embargo, bromeó: “El COVID es lo único que le impide a él recibir visitas”.
“El Viernes Santo almorcé con los hermanos; también el cónsul brasileño. Ronaldinho no pierde el humor y alterna sus conversaciones con chistes”, aseguró Yegros, gerente del hotel Palmaroga, en diálogo con Excélsior. Y agregó: “Parece buena gente. No pierde la sonrisa, su hermano tampoco. Su semblante cambió desde el primer día cuando llegó tenso y visiblemente estresado”.
“Puede recibir todas las que desee, tiene respaldo legal, es él quien no debe poner un pie afuera”, sentenció el letrado Arnaldo Leguizamón al medio paraguayo Extra. No obstante, bromeó: “El COVID es lo único que le impide a él recibir visitas”.
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